SOR ELSA CARIDAD TRIGO RODRÍGUEZ
25 DE MARZO DE 1930 - 27
DE SEPTIEMBRE DE 2014
Postulantado:
19-3-1956
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Casa de
Beneficencia y Maternidad Habana
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Vocación:
8-6-1956
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Casa
Provincial “La Inmaculada”. Habana
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Envío a
misión: 31-5-1957
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Hospital
“El Cristo”. La Habana
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Votos
por primera vez: 29-6-1961
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: La La Habana.
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Sor Cary, como
cariñosamente le llamábamos, nació en la tierra
caliente de Cuba: Santiago, de familia muy trabajadora, honesta y de sanas
costumbres. Eran 5 hermanos, tres niñas
y dos varones.
Su padre, buen
“gallego” y su madre, una cubana de gran temple. En ese ambiente creció la mediana de las niñas junto a sus
hermanos. Era diligente, espontánea,
arriesgada , sin temor a la hora de
hacer algo que nunca antes había hecho,
muy dispuesta para lo que hiciera falta y sobre todo, nadie más ordenada
y más organizada que ella. Qué
bríos! Sí, bríos para servir a los pobres, no
importa qué tipo de pobre, lo mismo con las
Hermanas. Era muy amiga de tener esos
pequeños detalles que agradan tanto y hacen más agradable la vida en Comunidad.
Si cocinaba, lo
hacía muy bien; si cosía, lo hacía ” a
las mil maravillas”, como ella misma le
dijo a la Hna. de Oficio, acabada de
entrar en el Seminario, cuánto reímos
ese día!
Sor Cary también
tenía otra “especialidad”, lograba lo
que quería de aquellos que podían ayudarla, con esa espontaneidad que le
caracterizaba y con una sencillez
inigualable; de esa misma manera
eran sus relaciones con Dios… Era amiga
de tod@s, médicos, arquitectos. Albañiles, trabajadores, etc., y estaba al tanto de tod@s, como una
madre. Siempre que estaba en hogares,
siempre que tenía una oportunidad, les preparaba alguna cosita aparte a los de
su Sala: un dulce, frutas, cualquier cosita para alegrarlos. En fin,
no paraba en todo el día, pensando y haciendo para los demás.
Así pasó su vida en salud… Siempre dócil a las recomendaciones de
nuestros Superiores y dócil, a pesar de su carácter, a las sanas costumbres de
la Comunidad y al querer de nuestros Fundadores…
Pero… llega la
etapa final, que fue larga… Estuvo mucho
tiempo triste y callada… lo entendía todo y
quería decir algo, pero se le dificultaba por distonía de torsión,
trastorno bipolar. Este último tiempo se
le soltó bastante la lengua y se esforzó
por hablar… En ocasiones decía cosas simpáticas, pero muy seria, pues era
demasiado sincera… Tuvo el cariño y la atención de todas…
Y… su último día entre nosotras: esa
mañana fue normal, hasta eso de las diez de la mañana… Empezó a sentirse mal,
un edema pulmonar agudo que en siete horas luchando con ella, se la llevó a la
Casa del Padre, el día que celebrábamos la fiesta de San Vicente en plena
celebración de la Eucaristía… Fue tan
rápido que “nos sorprendió, se fue suavemente, callada y muy serena…
QUERIDA
SOR CARIDAD,
SIGUES
EN NUESTROS CORAZONES!
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