domingo, 31 de agosto de 2014

Muchas felicidades Sor Yaritza y sor Faustina

El 15 de agosto en un ambiente cercano,  alegre y sencillo se celebraron  dos fiestas, los primeros votos de Sor Yaritza y los 60 años de vocación de Sor Faustina. La Eucaristía fue precedida por el P. Gilberto  y el P. Antoni, donde asistieron Hermanas de los 4 países , familiares y amigos de las festejadas acompañada por el coro de la parroquia Sagrado Corazón .
Damos gracias al buen Dios por este ejemplo de entrega y fidelidad de nuestras Hnas., son semillas de esperanzas para el servicio a Cristo en los Pobres.

FELIZ CUMPLE SEPTIEMBRE

FELICIDADES QUERIDA PROVINCIA

SAN VICENTE DE PAUL Y LOS POBRES


“Me parece que ofendería a Dios si no hiciera todo lo posible por las pobres gentes del campo” (SV IV, 586-587  /  ES IV, 456)

 Quizás el Señor Vicente no se dio cuenta de que su acción en favor de los pobres era pionera en la Iglesia y que su caridad efectiva habría de dejar profunda huella en la sociedad cristiana. Realmente Vicente de Paúl fue un revolucionario de la caridad y sembró semillas de amor y de justicia que han fructificado abundantemente en la Iglesia, gracias al espíritu que dejó en sus hijos e hijas y en todos los que se inspiran en su carisma.

 La Caridad, con la cual la Iglesia identifica el carisma de San Vicente, no se reduce a un fenómeno solamente interior y espiritual. Significa más bien una respuesta social y pública de cómo el cristianismo puede humanizar la sociedad. La caridad de Vicente es una caridad que engendra justicia. La caridad no consiste para él en el éxtasis, sino en la intervención de un brazo vigoroso, para restablecer cada día en el mundo un poco más de justicia.

 Vicente se siente siempre en deuda con los pobres: “Me parece que ofendería a Dios si no hiciera todo lo posible por las pobres gentes del campo” (SV IV, 586-587  /  ES IV, 456)
“La solidaridad se eleva al rango de virtud social fundamental ya que se coloca en la dimensión de la justicia, virtud orientada  por excelencia al bien común, y en la entrega por el bien del prójimo, que está dispuesto a “perderse”, en sentido evangélico, por el otro en lugar de explotarlo, y a “servirlo” en lugar de oprimirlo para el propio provecho[1]


Mateo 10, 40-42: «40.Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. 41 «Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. 42 «Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa.»[2]

Toda la vida de Vicente está llena de acciones sociales, pero hay algunas que son especialmente significativas. Imposible detallarlas aquí, por otra parte son bien conocidas de todos los vicentinos. Acontecimientos como Chatillon-les-Dombes, Maçon, el trabajo con los galeotes, con los niños expósitos, en el Hospital del nombre de Jesús, la educación y promoción de la mujer, la fundación de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad, nos traen a la memoria la prodigiosa actividad de Vicente a favor de los pobres.




[1] Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. Capítulo V La Participación. Ed. San Pablo. Bogotá 2005. p. 143.
[2] Cf. Mt 20, 25; Mc 10,42-45; Lc 22,25-27.

HERMANA FALLECIDA