martes, 24 de febrero de 2015

HERMANA FALLECIDA


Un Ángel se nos fue al Cielo




AÑO

DESTINOS

AÑO

           DESTINOS


1966

Hosp.S.V.de Paul. S.Fco.M.
1989
Sto.Dgo.OO.PP.Sta. Catalina
1967
Sto.Dgo. H.Esc. Rosa Duarte
1991
Sto. Dgo. Hogar de Bebes
1969
Sto.Dgo. Hosp. Militar
2004
Villa Mella Casa Santa Luisa
1979
La Vega. Hospital
2006
Pto.Pta. Hogar de Ancianos.
1980
Moca. H. Esc. Niñas
2014
Sto.Dgo. Casa Provincial
1984
Sto.Dgo. G. S. Vicente
31-05-2014
Casa Provincial RD
1988
Sto. Dgo. Casa Provincial


1989
Sto.Dgo. G. S. Vicente




























En la vida Dios nos envía Ángeles que sirven de guía hacia Dios. Tuve la dicha de Postulante tener un contacto directo con Sor María de Jesús viviendo dos meses en el Hogar de Bebés, era una Hermana tan llena de Dios que como decía San Vicente se medía la calidad de vida personal como con el trato a los demás. Tenía un dinamismo y entrega hacia los niños que con la edad que tenia parecía que hablaba un mismo idioma con ellos manteniéndolos alegres y educándolos pacientemente.
Era responsable y tenía un trato muy humano con los empleados y familiares de los niños.
Todo el que la trataba quedaba admirado de ella.
El tiempo transcurrió y ya de Hermana volví a tener la dicha de vivir con ella en el Hogar de ancianos y ahí medí la calidad de permanecer en  lo esencial.   Viví más de cerca con ella y su ejemplo me siguió cautivando por su exigencia personal, su austeridad de vida, el desprendimiento de su familia, el aceptar los acontecimientos como  Voluntad de Dios, el vivir alegre en medio de sus limitaciones y hacer en calidad lo que por su salud y edad podía hacer por los ancianos.
Ella más que nadie entendía la realidad de los ancianos por vivir la misma edad. Con su dinamismo contagioso les ayudaba a disipar sus molestias físicas y su soledad.  Infundió en ellos el sentido de Dios y su vivencia espiritual.

 El Personal decía que era incansable y que tenía más energía que muchos de ellos. Los ancianos la adoraban la extrañaban cuando se ausentaba.
Su vida Espiritual y de Comunidad la valoraba mucho, releía todo en clave de fe. 
La describo como una persona sencilla, sin complicaciones, desprendida, cariñosa observadora, organizada, abierta, educada, delicada y llena del amor de Dios.
¡Gracias Señor por la vida de Sor María Jesús, por ese gran regalo a la Compañía y a nuestro país, donde dejó las huellas de tu Evangelio!

Descansa en Paz y Gracias por ser mi Hermana y Amiga.


Sor Josefina Almanzar

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